Suena la voz del pastor
recogiendo su ganado,
le va mostrando el camino
con el cayado en la mano,
mientras con mimo sostiene
un corderito muy blanco.
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------Las ovejas una a una
van entrando en la majada,
por la puerta del aprisco,
seguras de quien las ama,
mientras las cuenta el pastor,
por ver si alguna le falta.
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Se alejan los nubarrones,
la noche queda estrellada,
mientras sonríe la luna
con su cara plateada,
dibujando luz y sombras
en torno aquella majada.
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Lleva en la mano el pastor,
el pienso para su perro,
mientras el mastín da saltos
con el rabo de contento,
quedando de centinela
para que duerma su dueño.
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Las ovejas han cesado
su concierto habitual,
y la noche sobre el llano
es de silencio y de paz,
mientras va cantando nanas
el grillo con su compás.
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Olas de brisa penetran
en el chozo del pastor,
perfumándole su lecho
para que duerma mejor,
con esencias que ha robado
en el cáliz de una flor.
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------El pastor ajeno a todo
sueña feliz con su amor,
que son las flores del campo,
el aire limpio y el sol.
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Son sus ojos tan profundos
de tanto mirar al cielo,
que se ha convertido en místico
sin llegar él a saberlo,
el gran tesoro que tiene,
son sus horas de silencio.
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Sigue durmiendo el pastor,
el aire besa su cara,
mientras un rayo de luna
ilumina su cabaña
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M.del Carmen Díaz Cabra