Con el arpa de mis horas
yo tejo la melodía
de acordes, que en mi interior
son un caudal de alegría.
Serena la voy tocando,
llenando noches y días
de notas que yo regalo,
con sencillez y armonía.
Voy dibujando sonrisas
en los ojos que me miran,
artífice de la paz
y sembradora de dicha.
El orden templa las cuerdas,
con esmero las afina,
el arpa sigue tocando
su fraternal sinfonía.
Es consuelo para todos,
cicatriza las heridas,
es el arpa de mis horas
una fuente de energía,
medicina para el alma
y salud para la vida.
trabajando por la paz
que tanto este mundo ansia